Se ha demostrado que tener amistades protectoras en el aula puede amortiguar la victimización, asi como sus influencias negativas (Hodges, Boivin, Vitaro, & Bukowski, 1999). Tener un solo defensor ya reduce las consecuencias negativas de la victimización (Sainio, Veenstra, Huitsing & Salmivalli, 2011). Así mismo, sensibilizar a los niños sobre el papel que desempeñan en el proceso de intimidación y aumentar su comprensión empática de la situación de la víctima, puede reducir la intimidación, además, se ha de enseñar a los estudiantes estrategias seguras para apoyar a la víctima y tomar decisiones comunes para hacerlo (Pöyhönen & Salmivalli, 2008). Los programas de ayuda entre iguales han crecido en popularidad en los últimos años y en la actualidad son ampliamente usados como intervención para combatir la violencia y la exclusión social, así como, para promover bienestar y ajuste emocional entre los estudiantes, tanto en educación primaria como secundaria (Cowie, Boardman, Dawkins y Jennifer, 2004). Estos sistemas son eficaces a la hora de proporcionar apoyo, tienen consecuencias positivas como el aumento de la autoestima para los alumnos ayudantes, y en general, mejoran el clima socioemocional de los centros escolares, de manera diversa para las distintas partes implicadas, usuarios, ayudantes, incluso profesorado.
El protocolo de intervención propuesto a través del programa Sociescuela, se basa en la ayuda entre iguales utilizando la información sociométrica. Dentro de cada grupo de clase, se establecen jerarquías, agrupaciones y diversos niveles de estatus social. Se plantea un tipo de intervención en el que se pide colaboración a estudiantes prosociales y con alto estatus en el grupo. Además, se pide colaboración a amigos/as o simplemente compañeros del estudiante con una situación vulnerable con los que tenga afinidad y cercanía. El objetivo principal es que la víctima se sienta respaldada y con apoyo dentro del grupo, así como intentar crear una red social que se mantenga en el tiempo. La idea fundamental es fortalecer la situación de los alumnos y alumnas con riesgo de exclusión en los grupos, modificando sus redes de amistad. A continuación se presenta un ejemplo real sobre cómo realizar la intervención. 1.- El programa, a través del informe permite localizar a los alumnos con riesgo de ser víctimas de acoso escolar (aquellos estudiantes que estén rechazados o aislados por sus compañeros, con escaso apoyo social y/o que estén recibiendo conductas agresivas).
En esta figura, se presenta la situación de una chica victimizada (representada con un círculo de color negro) y los tres alumnos ayudantes elegidos para realizar la intervención (con un circulo naranja).
A continuación, se escogen a las personas dentro del grupo (2 ó 3 compañeros) que puedan realizar la ayuda y que puedan servir de base para establecer una pequeña red social y fortalecer la situación del alumno o alumna en riesgo:
Selección de alumnos ayudantes. En esta figura, se presenta la situación de una chica victimizada (representada con una diana de color naranja) y los tres alumnos ayudantes elegidos para realizar la intervención (con un circulo naranja). Se han escogido a estos tres alumnos del mismo grupo por los siguientes motivos: dos de ellas son chicas como la víctima. El chico seleccionado ha dicho que la víctima le cae bien y pertenece al mismo grupo que las dos chicas prosociales anteriores.
En tercer lugar, se convoca a estos estudiantes y se realiza una entrevista (guión) con ellos o ellas para intenta lograr su cooperación ya que van a servir de apoyo al compañero excluido.
Sin embargo, han sido escasos los estudios longitudinales llevados a cabo sobre el enfoque de la ayuda entre iguales y su eficacia a nivel nacional e internacional. A continuación, se pretende mencionar aquellos más destacados y representativos.